Prehistóricamente la ansiedad se mostraba en nuestro cuerpo para alertarnos, para poder salvarnos cuando nos enfrentábamos a una fiera en la selva y esto era muy útil. Pero hoy la aplicamos a las cuentas que tenemos que pagar, a los exámenes que tenemos que rendir, a que hay mucho tráfico y como consecuencia llegaré tarde al trabajo, y eso me genera ansiedad. Es decir, en una situación prehistórica en el medio de la selva esto sería muy útil porque la ansiedad, el miedo y la angustia, nos va a permitir que escapemos. El problema es que de las cosas de nuestra rutina diaria NO PODEMOS ESCAPAR, pero nuestro cuerpo responde igual a que si nos estuviera atacando un león. Los síntomas de la ansiedad son: -Se te acelera el ritmo cardíaco -Se te tensan los músculos -Tenes dolor de estómago -Tenes la boca seca En resumen, la ansiedad es la respuesta de nuestro cuerpo ante el peligro con relación a un acontecimiento que no ha sucedido, pero creemos que puede ocurrir. La persona vive en un estado de alerta por miedo al futuro. Antes de que la ansiedad se manifieste, hemos estado sometidos a una situación estresante que el cerebro interpreta como peligrosa. Y de hecho no importa si estamos o no realmente en peligro porque para nuestro cerebro el estrés significa amenaza. Éste pondrá en marcha el sistema biológico de supervivencia, activando el cuerpo para dar solución al conflicto y recuperar el equilibrio. La ansiedad no afecta a todas las personas de la misma manera. Debemos tener en cuenta las experiencias, la manera de vivir y los miedos que tiene cada persona porque influyen en el tipo de ansiedad que tenga. Por ejemplo, si sos de esas mujeres que aprendió a calmar el dolor con la comida puede que comas para calmar la ansiedad (a esto se lo conoce como “hambre emocional”). En definitiva, si vivimos una experiencia traumática o estresante en el pasado y no la sanamos, nuestro cerebro almacena esa información y nos pone en alerta. Esta relación entre miedo y ansiedad hace que el cerebro active los síntomas de la ansiedad si cree que existe la posibilidad de que suceda de nuevo (sea real o imaginario, recordemos que la mente no lo distingue). Ahora te compartiré 3 hábitos poderosos para que empieces a incorporar y de esta manera notarás cómo la ansiedad irá disminuyendo cada vez más: Estilo de vida saludable. Un estilo de vida saludable que aborde de manera integral el cuidado del cuerpo. Atendiendo a los pilares básicos: entrenamiento, alimentación consciente y Mentalidad. Si buscas guía en este proceso, el programa Bajo Control, será tu mejor aliado. Ingresá aquí para conocer más: https://mujermagnetica.com.ar/programa-bajo-control-sales-page-argentina/ Ejercicios de relajación a través de la respiración. Aquí te recomiendo que practiques Pranayamas. Te comparto uno de mis favoritos: https://youtu.be/vkEz48tB93Y?si=3WlnK6GCud8W94SO Sentir la emoción. Si nos damos permiso para sentir, en pocos minutos nuestro cuerpo nos ayudará a equilibrarnos. Sentila, gritá, pegale a tu almohada, hace lo que consideres necesario para sentirla y expulsarla de tu cuerpo, NO TE LA GUARDES. Te comparto una rutina de Danza Shakti que te ayudará a liberar cualquier emoción: https://youtu.be/BxJ4BuiMBos?si=arJoX1NJT2o_faX7 Antes de finalizar este artículo, es importante que reconozcas que vos sos tu fuente de felicidad o de tu desgracia. No importa lo que pase afuera, aquí lo que tiene que estar fuerte es tu estado interno, tu mente, tu poder personal. El dominio de tu psicología es lo que va hacer que saque lo mejor de vos y que puedas estar en absoluto control, emocional, independientemente de lo que sucede afuera. Te recomiendo por un lado que empieces a vigilar tus pensamientos día y noche, a cada hora y cuando notes que te estas contando historias, cambialas por otras. Tomá el control, sé que suena fácil y pensas que no, pero te aseguro que lo es. Hasta que se vuelva un hábito el ser el guardián de tu propia cárcel mental. Comenzá de una vez por todas a hacer los cambios que necesitas para llevar una vida más sana, y en absoluto control. Salí del rol de víctima, no te va llevar a ningún lado, sé responsable de tus acciones y de tus decisiones. Puedo acompañarte en el proceso durante 21 días con mi Entrenamiento Ansiedad Zero, un programa creado junto a la nutricionista Carina Ramos para que puedas dominar la Ansiedad por la comida de una vez por todas. Ingresá aquí: https://mujermagnetica.com.ar/entrenamiento-ansiedad-zero-landing-page-argentina/¡Y te veo del otro lado! Gracias por leerme